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Tiene mucha energía ¿será déficit de atención e hiperactividad?

Tiene mucha energía ¿será déficit de atención e hiperactividad?

  • febrero 3, 2021
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Fuente: Babycenter.com

Todos los niños pequeños son súper activos. Así que no te preocupes, que tu hijo no es el único. Los niños tienen muchísima energía y están siempre a mil por hora. Es por esto que los médicos suelen tranquilizar a los padres que creen que sus hijos padecen de un trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH, o ADHD, por sus siglas en inglés).

Es común que los especialistas les digan a los padres que por ahora no se preocupen, ya que ese padecimiento raramente se le diagnostica a un niño menor de 5 años. No obstante, una serie de estudios y artículos sobre el tema indican que ese trastorno se está diagnosticando cada vez a más niños menores de 5 años.

A los pequeños que se les diagnostica TDHA regularmente se les receta Ritalina o Prozac, para ayudarlos a sobrellevar ese trastorno. Sin embargo, la mayoría de los expertos afirma que recetar estos medicamentos a los niños pequeños, es un error. Y es que no existen muchos estudios a fondo sobre los efectos colaterales de estos fármacos en los niños.

Si te preocupa el nivel de actividad de tu hijito, habla con su médico. Una forma de ayudar a tu pequeño es inscribiéndolo en varias actividades donde pueda descargar su energía. Llévalo frecuentemente al parque para que corra, salte y trepe todo lo que quiera.

Cuando estén en casa, prende la radio o ponle música con mucho ritmo para que baile y si quieres, ¡únete a la fiesta! Bailar es un excelente ejercicio para niños y adultos, puesto que acelera el ritmo cardiaco y mantiene ágiles los brazos y las piernas.

Cuando no puedas jugar con tu pequeño (por ejemplo, mientras estás preparando la cena), dale algo que hacer en lugar de esperar que se siente tranquilamente hasta que termines. Préstale algunos tazones, cucharas de palo y cacerolas y anímalo a usar sus juguetes como “ingredientes” para que “prepare” una cena especial para sus animalitos o muñequitos.

Los bloques de madera podrían ser papas y las piezas de un rompecabezas podrían servir de carne molida. Canten una canción mientras cocinan, o charlen sobre lo que hicieron durante el día. Puedes motivarlo para que se interese en actividades más calmadas. Enséñale algunas y permítele que las haga a su manera. Por ejemplo, si no parece interesado en sentarse en tu regazo para que le leas un cuento, deja que se siente en el suelo o que camine por la habitación mientras se lo lees en voz alta. Si pones una buena dosis de entusiasmo en la lectura (como haciendo voces y caras, o sonidos de animales), captarás la atención de tu hijito y querrá oír el cuento hasta el final.

El ritmo es otra excelente forma de dar salida a su energía. Si logras aguantar el ruido, anímalo a que golpee timbales, tambores o que sacuda un par de maracas. Los instrumentos musicales ayudan a enfocar la energía en una sola actividad, mientras le permiten jugar vigorosamente y expresar sus emociones. Recuerda además que tu hijito estará más dispuesto a jugar con sus juguetes si tú lo acompañas, o sea que ¡dale tú también al pandero!

Por último, limita la cantidad de tiempo que esperas que tu hijo permanezca sentado. Si es importante para tu familia que tu niño los acompañe a la hora de comer, trata de que antes de eso, realice alguna actividad física. Así estará un poco cansado y listo para un rato de calma a la hora de cenar. Cuando coma sentado en su sillita, elógialo por su buen comportamiento y luego permítele salir de la mesa.


Judith Hudson

Psicóloga

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